PRESIÓN ABDOMINAL
Es habitual encontrar multitud de formaciones en suelo pélvico que inciden de forma constante en la importancia del trabajo del suelo pélvico a través de los músculos de la pared abdominal. Apenas existe bibliografía que justifique en datos su eficacia y su extendido uso en la clínica habitual en las unidades de fisioterapia de suelo pélvico. Sabemos que hay una relación fisiológica entre algunos músculos estabilizadores del cilindrolumbo pélvico y esto puede hacernos pensar en que el trabajo más fisiológico puede estar cerca de integrar la función de varios de estos músculos en los tratamientos. Hasta ahí todo parece lógico, el problema es que no hay que olvidar que el suelo pélvico es la estructura principal y que responde a los aumentos de presión abdominal para lo que está programado. La presión abdominal no es mala, es fisiológica, los tratamientos deben acercarse lo más posible a lo fisiológico con seguridad de no perjudicar a los pacientes. Existen muchos métodos de trabajo pero deben ser controlados por el fisioterapeuta y mediante las pruebas de imagen ecográficas para realizar los tratamientos más eficaces sin riesgos para el paciente. Los trabajos en grupo sin una previa valoración funcional pueden ser un grave error por ineficaces o por inseguros.