DOLOR CRÓNICO URETRA Y VEJIGA
Desde el verano pasado empecé con infecciones de orina que remitían pero los síntomas y molestias se hicieron crónicas.
Después de pasar por urología, psiquiatría, traumatología y reumatología, hoy en día, no han podido decirme qué es lo que me pasa. Casi nueve meses después, sigo teniendo molestias (a veces leves otras mucho más fuertes) como si tuviera cistitis. Es cierto que el componente psicológico es terrible y en cierto modo, recetarme antidepresivos (Duloxetina 60 mg) ha mejorado mis síntomas, ya que he podido volver al trabajo y hacer una vida "medio normal".
Me han hecho todo tipo de pruebas (Resonancia Magnética, TAC, urografía...) y todo está bien, pero he solicitado una cistoscopia para confirmarme el diagnóstico de Trigonitis pero se niegan.
Esto me está afectando a todos los ámbitos de mi vida, personal, íntimo, laboral...etc y los médicos no saben qué decirme, el último diagnóstico (después de cistitis infecciosa, cistitis intersticial, artritis reactiva, depresión...etc). me han "diagnosticado" Cervicotrigonitis.
Es sólo escozor, dolor y ardor, ya que la sensación de tenesmo no es común, voy al baño de forma normal, la cantidad normal, pero a veces (todos los días más o menos) me escuece al terminar de orinar, es muy raro que me escueza antes, por lo tanto la cistitis intersticial fue descartada por no cumplir los criterios, pero las molestias siguen estando ahí.
Me hablaron de la fisioterapia del suelo pélvico y por los comentarios está yendo muy bien.
Sí es cierto, que antes apenas podía retener la orina mientras orinaba (realizaba ejercicios de Kegel) y ahora en qué me veo de que orine de una vez ya que sin querer contraigo la zona y se corta rapidísimo, eso antes no lo podía hacer. Sin contar que desde siempre, cuando defeco, tengo a veces que ayudarme con la mano presionando contra la salida de la vagina y aunque ésto es algo muy íntimo, pienso que es relevante para el diagnóstico, ya que se trata de una zona muy comprometida del suelo pélvico.
El mantenimiento de los síntomas parecidos de una infección habiéndose eliminado el problema infeccioso es un inicio muy común de lo que se denomina un síndrome de dolor pélvico crónico. No se conoce el origen del problema pero sí sabemos que afecta a muchas esferas de la persona tanto fisica como emocionalmente, lo que incide muy gravemente en la calidad de vida de las mismas. En muchas ocasiones no se puede buscar una respuesta de estos síntomas en un problema en los tejidos donde la persona siente el dolor, en otras sí, y entonces sabemos que el papel del sistema nervioso central es fundamental tanto en el origen como en la solución del problema. La fisioterapia dispone de tratamientos para tratar los tejidos que pueden estar implicados en el problema y también para neuromodular las respuestas del sistema nervioso central. Además es fundamental que los pacientes sean atendidos de forma multidisciplinar, como recomiendan las asociaciones internacionales más importantes que estudían el dolor crónico. Médicos, fisioterapeutas, psicólogos, psiquiatras, deben intervenir en la valoración y tratamiento de este tipo de problemas, de forma coordinada y simultánea, lo que hace mejorar de forma exponencial los resultados positivos de las terapias.