Dolor Pélvico Crónico
Según la IASP (Association for The Study of Pain) en su actualización de 2012 al dolor crónico o persistente percibido tanto entre la parte inferior del abdomen y la región pélvica tanto en hombres como en mujeres se le denomina como dolor pélvico crónico. Este tipo de dolor tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas ya que suele implicar consecuencias muy negativas a nivel cognitivo, emocional, comportamental y sexual y asociarse con síntomas relacionados con disfunciones del tracto urinario inferior y el suelo pélvico como disfunciones sexuales, gastrointestinales, problemas ginecológicos, urgencia miccional o incontinencia urinaria.
Lo consideramos Síndrome de Dolor Pélvico Crónico cuando en presencia de dolor crónico en la parte inferior del abdomen y la región pélvica no existen pruebas de infección u otras patologías locales y estructurales. ''Síndrome'' hace referencia a que, aunque en origen pudo haber un mecanismo periférico o estructural como causa del dolor, el componente de modulación del sistema nervioso central puede tener mayor relevancia.
Para determinar que el dolor se ha cronificado, no es necesario que haya pasado mucho tiempo desde su inicio ya que puede haber un componente de sensibilización central sin causa aguda. En caso de que el dolor sea cíclico (como en el caso de la dismenorrea que es el dolor que se siente durante el periodo menstrual, tradicionalmente asociada con los quistes ováricos) si que se toma la referencia de al menos 6 meses para establecer que el dolor se ha cronificado.
A nivel de diagnósticos, hablamos de dolor pélvico crónico a secas si se ha identificado una causa probable que pueda causar el dolor ya sea de tipo estructural o infecciosa mientras que el término síndrome de dolor pélvico crónico debe usarse en caso de que no se haya encontrado un origen concreto que pueda provocar dolor.
Algunos síntomas asociados con el dolor pélvico crónico o síndrome de dolor pélvico crónico son:
-Dolor o escozor al orinar con sensación de infección o cistitis
-Dolor al defecar o sensaciones parecidas al síndrome del intestino irritable.
-Dolor al pasar mucho tiempo sentado.
-Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
-Ganas frecuentes de orinar.
-Urgencia miccional.
-Dolor, picor o ardor en la zona genital en el ano y el periné.
-Sensación de congestión pélvica y/o abdominal
La cistitis intersticial y la vestibulitis vulvar en el caso de la mujer, la prostatitis crónica abacteriana en el caso del hombre, o el trapamiento del nervio pudendo en ambos, se engloban en el llamado síndrome de dolor pélvico crónico (SPPC), la fisioterapia dispone de herramientas de tratamiento eficaces, con la ventaja de no tener riesgos ni efectos secundarios.
El Síndrome de Dolor Pélvico Crónico supone un gran impacto en la calidad de vida del que lo padece. La evidencia científica presenta la fisioterapia como una herramienta eficaz en su tratamiento.
El diagnóstico del Síndrome de Dolor Pélvico Crónico.
Cada caso debe ser estudiado por su médico especialista para establecer un diagnóstico correcto y descartar cualquier otra causa relacionada con sus síntomas, aunque estos pacientes y los propios médicos bien saben lo difícil que es a veces llegar a un correcto diagnóstico, llegando en muchos casos a ser derivados a gran cantidad de especialistas durante el transcurso de este complejo síndrome. Si se confirma el diagnóstico de síndrome de dolor pélvico crónico o específicamente de cualquiera de los mencionados anteriormente, o por descarte de otras patologías se ha llegado al mismo, la fisioterapia es una opción real y eficaz de terapia, como demuestra la evidencia científica existente (Safety and effectiveness of an internal pelvic myofascial trigger point wand for urologic chronic pelvic pain syndrome), sobre todo si el problema es abordado mediante un enfoque biopsicosocial.
Cuando el dolor persiste durante mucho tiempo puede producirse una sensibilización en el sistema nervioso central aumentando los síntomas y cronificarse.
Sensibilización del Sistema Nervioso Central.
Dependiendo de cada caso y de cada diagnóstico concreto, los músculos, ligamentos, articulaciones, etc. pelviperineales pueden verse afectadas y pueden ser la causa de la cronificación y exacerbación de los síntomas, incluso en pacientes donde el motivo inicial de la afección, por ejemplo una infección, haya desaparecido. La cronicidad del dolor o el origen del problema también puede producir disfunciones a nivel del sistema nervioso central haciéndolo más sensible, por lo que también es necesario tratar este aspecto desde la fisioterapia e incluso desde otras especialidades y en colaboración con otros profesionales, médicos, psicólogos, etc.
Nuestra Unidad de Dolor Pélvico Crónico.
En nuestra consulta en el Servicio de Urología del Hospital San Rafael hemos creado una Unidad compuesta por especialistas con gran experiencia en sus distintas áreas de la salud de manera que podamos abordar en equipo el Síndrome de Dolor Pélvico Crónico desde un enfoque multidisciplinar con el fin de cubrir todas las necesidades de nuestros pacientes.
Nuestro equipo cubre las distintas líneas de tratamiento para el abordaje de este complejo problema según las recomendaciones de las distintas guías de urología y de dolor.
Fisioterapia: nuestra función es la de valorar y tratar los distintos tejidos y estructuras que pueden estar implicados en el síndrome de dolor pélvico crónico. Estos tejidos, dañados o no, pueden servirnos como puerta de entrada al Sistema Nervioso Central en caso de que haya tenido lugar un proceso de sensibilización central. También es importante, muchas veces determinante, la educación al dolor crónico cuya finalidad es la de profundizar en el problema de una forma activa, ayudando al paciente a comprender mejor que puede estar pasando en su organismo mediante sencillas explicaciones sobre la anatomía, los tejidos y el sistema nervioso central.
Entre las técnicas de fisioterapia avaladas por la evidencia científica se puede realizar:
- Terapia manual sobre los músculos del suelo pélvico,
- Fisioterapia invasiva en el suelo pélvico y la pared abdominal: punción seca ecoguiada en el síndrome de dolor miofascial (comúnmente llamados puntos gatillo), neuromodulación percutánea ecoguiada de nervios relacionados con el dolor como la neuromodulación del nervio pudendo o del nervio tibial posterior.
- Biofeedback ya sea mediante ecografía o electromiografía potenciar el control motor de la musculatura abdominal y el suelo pélvico.
- Diatermia/radiofrecuencia: para mejorar la calidad de los tejidos, reducir inflamación / congestión pélvica, y aliviar el dolor.
- Educación al dolor crónico: se basa en explicaciones con lenguaje muy accesible sobre cómo funciona la neurofisiología del dolor, la diferencia entre un dolor agudo y el dolor crónico, qué es el fenómeno de sensibilización central, la importancia del cuerpo virtual, la diferencia entre nocicepción y dolor, etc.
Urólogía: atención médica por parte de nuestro úrologo especialista cuya prioridad es la de descartar otro tipo patologías, llegar a un posible diagnóstico, pautar y controlar la medicación que pueda ser necesaria para aliviar el dolor.
Psicología: las limitaciones en la calidad de vida, la larga evolución de este proceso y su extensión a muchas esferas de la vida de las personas que lo padecen puede hacer necesario el apoyo psicológico por parte de un profesional con experiencia en el tratamiento de pacientes con dolor. La ayuda psicológica no se trata en que un terapeuta te escuche o realice algún tipo de psicoanálisis, si no que en nuestro equipo creemos que las terapias activas personalizadas y adaptadas a cada paciente, las medidas para afrontar conductas de miedo y evitación, y las estrategias de gestión del dolor resultan vitales para el abordaje de los factores psicológicos que están influyendo en el síndrome de dolor pélvico crónico.
Cirugía: nuestro equipo médico cuenta con los mayores avances e innovaciones técnicas en el campo de la cirugía en el abordaje del síndrome de dolor pélvico crónico. Si es realmente necesario y cuando se han seguido las anteriores líneas de tratamiento, técnicas como la liberación del nervio pudendo por atrapamiento o la neuromodulación central son posibles de realizar mediante los últimos avances como la cirugía robótica con el sistema Da Vinci disponible en escasos centros y con el que nuestro equipo tiene una amplia experiencia.