Algunas enfermedades neurológicas provocan la atrofia progresiva del sistema músculoesquelético como por ejemplo la esclerosis múltiple, el parkinson, mielodisplasias, etc.. Debido a la relación que este sistema tiene con el correcto funcionamiento del sistema urinario y defecatorio muchos pacientes tienen síntomas como incontinencia, urgencia miccional, etc.
Tres tipos de incontinencia pueden ser tratados con fisioterapia: la incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE), la incontinencia urinaria de urgencia (IUUrg,) y la mixta, que es aquella en la que se aprecian síntomas de esfuerzo y de urgencia en el mismo paciente.
El síndrome de atrapamiento del nervio pudendo, la cistitis intersticial, vestibulitis vulvar, etc. se engloban en el llamado síndrome de dolor pélvico crónico (SPPC), la fisioterapia dispone de herramientas de tratamiento eficaces, con la ventaja de no tener riesgos ni efectos secundarios.
Un anatomista francés da nombre a esta enfermedad de etiología desconocida que conlleva un proceso inflamatorio y de fibrosis de las fascias que envuelven el pene. Proceso que pueda durar muchos meses y que produce dolor con la erección, deformidad que incluso puede impedir el coito y disfunción eréctil. Durante el proceso de formación de la placa fibrótica es necesario aplicar terapias que disminuyan su desarrollo y que eviten los síntomas. Las terapias locales han sido aplicadas con diferentes resultados, iontoforesis, ondas de choque, etc.
La eyaculación precoz afecta a un número muy elevado de hombres. Hasta ahora la combinación del tratamiento farmacológico y psicológico eran las alternativas terapéuticas. El control de los músculos del suelo pélvico y su potenciación retrasan la eyaculación.
Dos músculos concretamente, el bulbocavernoso y el isquiocavernoso, son los responsables de una parte importante del mecanismo que mantiene la erección y aporta rigidez a la misma. No parece muy difícil entenderlo si sabemos que estos músculos insertan en el pene y pueden cubrir hasta un 65% del mismo. Su estado y tono son los responsables de la calidad de la erección, no de conseguirla o no.
Dos son las secuelas más importantes de los pacientes operados de prostatectomia radical independientemente de la técnica que se utilice, la incontinencia urinaria y a disfunción eréctil. La amputación anatómica de una parte del sistema esfinteriano y de su inervación son la causa.
Hay un porcentaje importante de operados que tras seis semanas padecen de IU, estos pacientes deben ser sometidos a tratamientos de fisioterapia ya que la pasividad y el paso del tiempo han demostrado tener muchos peores resultados. Pautas clave:
Aceptado internacionalmente como síndrome de dolor pélvico crónico / prostatitis crónica abacteriana, en la clínica habitual aparece diagnosticado con mútiples nomenclaturas como atrapamiento del nervio pudendo, prostatodinia, etc. Los pacientes sufren un peregrinar de visitas a médicos especialistas, tratamientos en muchos casos sin pruebas complementarias objetivas que los justifiquen y comentarios desagradables en los que la insinuación de que el problema está en el propio paciente o que no es más que un trastorno de tipo psicológico.
Generalmente es una disfunción reeducable con muy buenos resultados mediante sistemas de biofeedback (Animated biofeedback yields more rapid results than nonanimated biofeedback in the treatment of dysfunctional voiding in girls).
Supone la imposibilidad de vaciar correctamente la vejiga por una incoordinación que se dá entre el músculo detrusor y el esfinter uretral estriado.
La insuficiente o ausente contracción vesical genera dificultades muy graves de vaciado de la misma en los pacientes que sufren este problema
La neuromodulación periférica (nervio tibial posterior, raíces sacras, etc) (Posterior tibial nerve stimulation as neuromodulative treatment of lower urinary tract dysfunction)
